VIVA

Entré el pasado sábado 17 en urgencias de una clínica privada (la del único doctor con huevos y humanidad para operarme), con una obstrucción intestinal a la que, spoiler, he sobrevivido.

Recordaré esto por la cicatriz vertical de 20 centímetros en el abdomen.

VIVA LA VIDA.

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